Canadá: La Iglesia ofrece consejos sobre los cuidados paliativos
VATICANNews.- Comprender y acompañar: El episcopado canadiense ha elaborado un material informativo y didáctico sobre los cuidados paliativos. Para los obispos “permitir la ayuda al suicidio o el asesinato de otro ser humano nunca es la respuesta adecuada al sufrimiento de una persona”
“Horizontes de esperanza: una caja de herramientas para las parroquias sobre los cuidados paliativos“. Así se titula una iniciativa de la Conferencia episcopal canadiense – un país en el que el suicidio asistido es cada vez más fácil debido a los cambios en la legislación – para promover la elección de los cuidados paliativos y apoyar a las personas que se enfrentan a la enfermedad y a la muerte, así como a sus seres queridos, utilizando información y materiales didácticos disponibles online, tanto en francés como en inglés.
Origen de la iniciativa
Ante el diagnóstico de una “enfermedad potencialmente mortal“, dicen los obispos canadienses al explicar el origen de esta iniciativa, “podemos sentirnos desarmados o incluso asustados. Por lo general, estos momentos están marcados por la necesidad de tomar una serie de decisiones prácticas con relación a los cuidados y al apoyo que hay que ofrecer a los demás y a uno mismo”. Los obispos dicen que se trata de:
“Decisiones que a menudo requieren un discernimiento moral a la luz de nuestra fe. Creemos en la dignidad y el carácter sagrado de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Sin embargo, nuestra fe no exige que la vida se prolongue a toda costa. Como creyentes, nuestra fe en Jesucristo tiene mucho que enseñarnos acerca de cómo vivir bien y morir bien”
Tres objetivos a alcanzar
Tres son los objetivos del proyecto elaborado por un comité especial formado por los miembros de la Conferencia episcopal y otras instituciones como el Colegio universitario canadiense, el Instituto nacional católico de bioética, la Congregación de las Hermanas de San José de Saint-Vallier y la Alianza católica canadiense para la salud, “con el fin de hacer frente a la creciente complejidad de los retos relacionados con el final de la vida en Canadá“. El primer objetivo es “informar, concienciar y sensibilizar” a las parroquias sobre temas como la muerte, el sufrimiento y el duelo. El otro es ofrecer “un material de alta calidad que explore la forma de tratar los cuidados paliativos desde la perspectiva de la teología moral pastoral católica y el mundo médico”. Y, por último, el programa pretende “facilitar los debates pertinentes para que nuestras parroquias y familias se conviertan en comunidades benévolas, guiadas por la misericordia y la ternura de Cristo”.
Programas parroquiales
El texto se divide en cuatro módulos denominados “programas parroquiales” que corresponden a cuatro temas: comprender la experiencia humana de la muerte y el fallecimiento, discernir y tomar decisiones al final de la vida, acompañar a un moribundo, sentirse parte de una comunidad ampliada. Cada programa tiene una duración de dos horas y media e incluye la lectura de pasajes bíblicos, la reflexión personal, algunos debates y la difusión de uno de los vídeos elaborados por Noël Simard, obispo de Valleyfield, y el padre Didier Caenepeel, del Colegio universitario dominicano, que pueden descargarse de la página web del episcopado.
Denunciar la promoción activa de la eutanasia
El compromiso de la Iglesia de Canadá con los cuidados paliativos se remonta a varios años atrás, y los obispos han tomado a menudo la palabra para denunciar la promoción cada vez más activa de la eutanasia en el país norteamericano. El año pasado, instaron a los legisladores a reconsiderar el proyecto de ley C-7, que pretendía ampliar los criterios de elegibilidad para la eutanasia y el suicidio asistido. “Imploramos una vez más a nuestros legisladores”, fue la sentida petición de los prelados, “que frenen esta innecesaria prisa por legislar sobre el proyecto de ley C-7“, ya que “la primera preocupación, como sociedad, debe ser el bienestar y la seguridad de las personas”. La nota de los obispos también recordaba que “permitir la ayuda al suicidio o el asesinato de otro ser humano nunca es la respuesta adecuada al sufrimiento de una persona”. Sin embargo, el Parlamento canadiense votó definitivamente a favor del texto el pasado mes de febrero.